“Queremos un regreso seguro a las aulas”

Escuela Alvarez Thomas
Logo El Barrio PueyrredónFamilias de la escuela Álvarez Thomas exigen más participación y trabajo colectivo para un retorno seguro, y reclaman que vuelva la cooperadora escolar. Por su parte docentes de la Escuela Especial de Villa Pueyrredón manifestaron su preocupación por la vuelta a clases de lxs estudiantes con discapacidad, y revelaron que lxs maestrxs de riesgo no se toman licencia por miedo a futuras sanciones.

Por Agustina Cavalanti
Urquiza se Organiza

Desde que iniciaron las clases presenciales, familias y docentes de escuelas de Villa Pueyrredón y Agronomía se comunicaron con nuestro portal para manifestar su preocupación sobre el regreso a las aulas. Coinciden que el retorno es inseguro, que no están dadas las condiciones, y expresaron temores a las sanciones, o pérdida de la vacante, a quienes se rehúsen volver.

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En la escuela “Álvarez Thomas” ya comenzó el primer y segundo grado. Si bien la intención original del Ministerio de Educación porteño era que empezara todo el primer ciclo, el adelantamiento del inicio de clases, los pocos días desde que lxs docentes se reincorporaron a sus tareas y la falta de claridad en la propuesta del Gobierno de la Ciudad hizo que la organización tuviera sus traspiés y la conducción haya decidido el viernes pasado a última hora postergar el inicio para tercer grado.

Esta situación de inseguridad generó que madres y padres se reúnan para decir ‘basta de improvisar’, ‘queremos un regreso seguro a las aulas’. Nuestro portal dialogó con Paula Insaurralde Amaya, mamá de una reciente egresada y de un niño que comienza 4° grado en la Escuela de Agronomía, que representa a una grupo de familias preocupadas por la forma que se da el regreso a las aulas.

Las familias queremos volver a la escuela, pero no vemos que las medidas que se están tomando sean atinadas, el primer y mayúsculo error es no participar a las comunidades y trabajar colectivamente en un regreso seguro” señala Paula.

“No se justifica el apuro por empezar en febrero con las escuelas sin adecuar, sin mantenimiento, con falta de personal, sin capacitar al personal auxiliar, sin un plan de clases que contemple tanto la presencialidad como la virtualidad, sin un plan para el sistema de transporte y por supuesto, no se puede volver a clases sin recursos”.

Es el presupuesto educativo más bajo de la historia. Cuando más se necesitan edificios escolares seguros, se recorta la partida presupuestaria para infraestructura escolar”, afirma Paula.

Según relata, la vuelta a clases está generando mucha incertidumbre en las familias, principalmente por no contar con la cooperadora escolar (intervenida el año pasado por el Gobierno de la Ciudad), no solo por los recursos, sino también como espacio de participación.

Es una escuela enorme y el Gobierno de la Ciudad envió sólo un termómetro y un tótem de alcohol en gel que claramente es insuficiente para 800 alumnxs, pero además sabemos que, a la fecha, de acuerdo a lo que comunicó la conducción, no llegaron los elementos suficientes y que en caso de no estar disponible el kit sanitario, el segundo ciclo de primaria no podrá empezar el 22”, expresa.

A pesar de tener la Cooperadora intervenida por el Ministerio de Educación, las familias reunidas en asamblea resolvieron poner los recursos para que el segundo ciclo comience la próxima semana. “Entregamos a la directora tres totem/dispenser de alcohol en gel y 3 termómetros homologados. El lunes le vamos a llevar las mascarillas porque no recibieron la cantidad suficiente para el personal docente” remarca Paula.

La comunidad de madres y padres del “Álvarez Thomas” no participó en la elaboración del protocolo de regreso, ni de su aplicación en la escuela. Reclaman que se conformen instancias de seguimiento y control para colaborar en opciones que conduzcan a una escuela segura, y volver en las mejores condiciones posibles.

Las reuniones fueron un día antes de empezar y sirvió para poner en alerta a las familias que el plan que se proponía no era viable, en esas reuniones las familias lograron que se revea toda la organización. Se pretendía un plan que en nuestra opinión era riesgoso, no garantizaba el distanciamiento y desaprovechaba las ventajas de un edificio que, gracias al trabajo cooperador de tantos años, está bien mantenido y tiene aulas grandes y con doble ventilación”, comentó Paula.

Como se señaló en notas anteriores, el rol de las cooperadoras escolares es fundamental, aún más en este contexto de emergencia sanitaria y de presencialidad de lxs chicxs en el aula. En el “Álvarez Thomas” el 97% de los recursos son fondos de la cooperadora, es el esfuerzo de las familias. Por eso, madres y padres consideran imperioso que se termine la intervención y que lxs socixs y las familias puedan recuperar no solo el manejo de los recursos sino además las posibilidades de un espacio para pensar colectivamente las mejores estrategias para este contexto.

Todos los veranos – cuenta Paula – se ponía en condiciones el edificio, se compraba el material necesario para empezar las clases. Hoy cuando más hace falta no contamos con esa posibilidad. Toda la comunidad necesita la cooperadora para poder trabajar en un retorno seguro, y muchas familias en particular, necesitan del trabajo cooperador que significa la solidaridad para garantizar los elementos escolares para lxs alumnxs que no los tienen, la alimentación adecuada administrada y gestionada por las propias familias, la conectividad y las herramientas para la virtualidad, entre otras cosas. Sin cooperadora no hay escuela, y mucho menos un retorno seguro” concluye Paula.

Por otra parte, trabajadorxs de la Escuela de Educación Especial de Villa Pueyrredón aseguran que lxs maestrxs de riesgo no se toman licencias por miedo a terminar con sanciones en el futuro. Lo mismo ocurre con las familias que, si no llevan a sus hijxs con discapacidad a la escuela “pueden perder la vacante y la canasta escolar”.

Es injusto que lxs estudiantes con discapacidades tengan la obligación de ir a la escuela para no perder su beca. Por más que quieras hacerles comprender los protocolos, lxs chicos se sacan el barbijo, quieren ver a su maestra y abrazarla, quieren ver a sus amigxs y abrazarlxs”, aseguran.

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