La Legislatura porteña sancionó por unanimidad el proyecto de ley antidiscriminatoria que garantiza y promueve la plena vigencia del principio de igualdad y previene la discriminación en todas sus formas.
Se sancionó una ley antidiscriminatoria para la Ciudad de Buenos Aires. La norma, aprobada por unanimidad en la sesión legislativa del jueves 9 de abril, garantiza y promueve la plena vigencia del principio de igualdad y previene la discriminación en todas sus formas.
También sanciona y repara los actos discriminatorios, garantizando el acceso a la justicia y generando condiciones aptas para erradicar la discriminación, la xenofobia y el racismo en la ciudad.
La ley a su vez amplía los pretextos discriminatorios establecidos en la ley nacional sancionada en 1988 e incluye la diversidad sexual, las personas con discapacidad, los adultos mayores, la situación familiar o condición socioeconómica, entre otros.
Por su parte, el Estado en todos sus niveles y poderes deberá arbitrar los medios necesarios para desarrollar políticas públicas de prevención y acciones orientadas a formar a la ciudadanía en pos de eliminar prejuicios y obstáculos que impiden el ejercicio pleno de derechos por parte de todos los ciudadanos.
El texto fue consensuado en base a los distintos proyectos presentados por los legisladores Gabriela Seijo y Enzo Pagani – ambos del PRO -, María Rachid (Frente para la Victoria) y Daniel Lipoveztky (PRO).
María Rachid, la presidenta de la Comisión de de Derechos humanos, garantías y antidiscriminación, manifestó en la sesión que “esta ley sobre actos discriminatorios para la Ciudad tiene el fin de promover la garantía constitucional de la igualdad desde la perspectiva de la diversidad y de trabajar de una manera más efectiva contra la discriminación”.
Además destacó la felicidad “de haber transformado en ley nuestro proyecto que venimos trabajando desde hace tanto tiempo con organizaciones de la sociedad civil que militan los distintos grupos vulnerados por la discriminación, entre ellos los de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales”.
Gabriela Seijo – una de las coautoras del proyecto – expresó: “Esta ley llega para darle a todos aquellos que viven o transitan por esta Ciudad un instrumento indispensable de protección frente a los actos de discriminación.”
“Todos hemos conocido, presenciado o escuchado un episodio discriminatorio, una frase, un cántico en una cancha, un insulto o simplemente un comentario desafortunado. Si estas experiencias se minimizan o quedan en la nada, somos parte de un silencio cómplice” puntualizó Seijo.