Feria de Luthiers: “Sonidos de nuestro pueblo”

Entre el 25 y 27 de junio artesanos y constructores de instrumentos musicales de todo el país ofrecieron sus productos en la Manzana de las Luces.

Urquiza se Organiza

Por Natalia Saavedra

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¨Organizado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la esquina de Perú 272 del Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces, se pobló de sonidos y colores. Pese a la lluvia, muchas familias, músicos y curiosos, se dieron una vuelta por la Feria de Luthiers que también ofreció talleres, juegos y shows gratuitos.

Atravesar los pasillos de la feria invitaban a jugar con una guitarra primero, un tambor africano luego y porque no, alguna flauta o quena de la cooperativa Tarpuy (que en quechua significa “sembrar”) integrada por 11 luthiers.

Muchos músicos hacían sonar los instrumentos y también los chicos, sorprendidos por algún sonido o instrumento nuevo. A una madre se le escuchó decir, mientras veía una mini guitarrita de rock: ay, que mi hijo no me salga músico de rock. A lo que el dueño del puesto, replicó: puede salir luthier, señora.

Entre risas, mates y música la tarde, lluviosa y fría, fue sumando participantes e invitó a los presentes a sumarse a un taller de percusión. Los docentes de la escuela de percusión EUMA fueron recolectando cajones y congas de los puestos para armar el taller. A través de la percusión por señas, los cantos africanos y la improvisación los participantes pusieron ritmo a la tarde.

Además del puesto de la cooperativa Tarpuy, se encontraba Miguel Lang Schamber, un carpintero de 82 años de Firmat, una localidad a 200 kilómetros al sur de Santa Fe, exhibiendo guitarras criollas y eléctricas, violines, bajos y charangos.

El turno de la percusión estaba marcado por Bubakar con sus instrumentos africanos; Kumba Macaco con chekeres, maracas y cajitas e “Instrumentos Musicales Tandil” quienes además incluían en sus artículos llamadores de pájaros y sonajeros.

En el mismo rubro pero de la Ciudad de Bariloche, Natalia y Sebastián, incluyeron en su puesto, dos proyectos: el de “La Nube”, de cajones peruanos, shekeres y accesorios, que además es una escuela de percusión de Bariloche que también se llama La Nube y donde se dan clases todos los días.

“Estamos acá presentando los instrumentos, compartiendo lo que hacemos; todos materiales de allá del sur y con el compañero que tiene el otro emprendimiento”, explica Natalia.

Sebastián, por su parte, presenta TUE, un proyecto que se dedica más a los tambores de candombe y djembé. “Estamos muy contentos de estar y compartir cosas con la gente colega, contentos con la gente en cómo repercute todo esto. Es algo por una parte artístico, artesanal también, hay cosas muy lindas de todos así que súper contentos y felices de estar acá. Estos días no paramos de hablar con gente y eso es bueno”, comenta Sebastián.

Explica que “trabajamos con maderas de la Patagonia y eso también hace a que el producto sea casi único. Usamos coihue, lenga, ciprés, radal; maderas que son muy lindas y aparte muy nobles. La utilización de cada una, lleva también un estudio de sonoridad, de los poros de la madera, si absorbe mucho el sonido, si rebota, las medidas influyen un montón: a la caja de resonancia le cambia mucho el sonido, uno puede cambiarle el alto ancho o grosor de la madera y eso hace que el sonido sea completamente diferente y ahí está la clave del músico, que va buscándole el sonido al instrumento”, comenta el luthier.

“También trajimos cosas en fase de diseño para que la gente los vea. Acá tenemos un niño que quedó encantado con el bongo y ahora se lo va a llevar”, concluye, sonriendo. Ambos coinciden en que lo más enriquecedor es el encuentro con los compañeros de todo el país “que están en la misma historia y poder compartir y difundir”.

Por otra parte, los precios de la feria no difieren tanto de los del mercado pero los instrumentos “tienen un precio justo porque los materiales y las técnicas con que los construimos son las mejores posibles” aseguró el santafesino Lang Schamber.

El Ministerio de Desarrollo Social, en su comunicado oficial explica que “los objetivos de este encuentro son visibilizar y difundir la actividad de lutheria para el público en general y especializado. Además, instrumentar un espacio de comercialización y generar un vehículo de integración e intercambio de experiencias. Al impulsar el comercio justo y consumo responsable se promueve la compra no sólo de un producto sino de valores y conceptos que hacen a la dignidad y a la movilidad social. Se trata de revalorizar una cultura y una identidad con sus símbolos, historias y saberes”.

La ministra, Alicia Kirchner, en su inauguración concluyo que “este es un arte que crece de las entrañas de la tierra y fortalece nuestra cultura popular”.

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