Arteterapia, un espacio para
“el alma, el cuerpo y el espíritu”

Programa Talleres de reflexión, producción
y recreación de la Salita de Terrada |


El Centro de Salud y Acción Comunitaria de Villa Pueyrredón, ubicado en Terrada 5850, ofrece a la comunidad desde hace 29 años el Programa Talleres de reflexión, producción y recreación en forma gratuita. En dialogo con El Barrio Villa Pueyrredón, Mirta Morales, coordinadora del taller Arteterapia cuenta de qué se trata.

Por Mailén Maradei

El taller de Arteterapia es un espacio para “el alma, el cuerpo y el espíritu” – nos dice Mirta Morales coordinadora del taller – donde se trabajan distintas técnicas de pintura decorativa como decoupage, craquelado y patinas que sirven para expresar emociones e ideas con objetivos terapéuticos. Además, de ser una terapia que sirve para reducir problemas de ansiedad o estrés.

“Se utilizan técnicas donde los alumnos deben prestar atención al proceso de trabajo y así pueden conectarse interiormente con su ser” explica Mirta. Para comenzar a trabajar, ella destaca que es necesario traer algunos elementos básicos como una caja reciclada a base de madera para utilizarla como soporte de pinceles, acrílicos y rollos de papel.

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La dinámica del taller es libre y el proceso de trabajo para crear los diseños implica que los alumnos deben poner en juego la imaginación y la creatividad. “Ellos calcan los diseños, los transfieren a la pieza que van a hacer y después vamos pintando de acuerdo a los colores que eligen. Yo los voy guiando para que sepan como tienen que pintar y qué colores les conviene utilizar. Después, hacemos un descanso, tomamos café y charlamos”.

“Cuando los alumnos no se sienten seguros frente al uso de un material, yo trato de darles confianza, de decirles que cada uno tiene su tiempo para que la pintura le quede muy bien y puedan expresar lo que quieran. Yo les enseño a pintar y después ellos continúan el dibujo. Eso les da resultado”, continúa Mirta.

El ambiente que describe es cálido, amoroso y de mucho respeto entre todos los integrantes. Sin embargo, para crear ese momento es necesario una condición que todos deben respetan, hacer silencio durante la clase.

“Las clases se hacen en silencio para que los artistas – como define cariñosamente a sus alumnos – se concentren más. Yo creo que esto los ayuda a transformarse interiormente y a descubrir cosas de ellos mismos. Las clases no tienen que ser necesariamente en silencio pero es recomendable que sea así para que los alumnos puedan encontrarse interiormente con su alma y para poder empezar a pensar lo que están haciendo y disfrutarlo. Si charlan, lo hacen despacito porque saben que hay personas que no se pueden concentrar”, cuenta Mirta Morales.

El taller cuenta con 10 asistentes, de los cuales la mayoría son mujeres. La cifra varía de acuerdo a la época y la inscripción está abierta en cualquier momento del año. Sobre su el grupo actual, Mirta Morales asegura que “es un grupo maravilloso porque hay mucha calidez, se ayudan entre ellos y es un tema relajante porque así se pueden expresar. Yo les digo siempre que no se apuren y que disfruten del trabajo que están haciendo porque ellos pueden. A medida que el tiempo pasa, se van relajando e integrando cada vez más con el resto. Se conectan entre ellos y nos conectamos entre todos” y agrega que le “tocó un grupo maravilloso de chicas donde cada una va aportando lo que va descubriendo a través de la pintura y se van desenvolviendo sin notarlo”.

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Para Mirta, el taller de Arteterapia es una forma de transmitir sus conocimientos y también un espacio para aprender de sus alumnas y escucharlas. “Yo aprendí muchísimo de mis alumnas, aprendí a brindarles lo mejor de mí. Cuando tienen alguna dificultad o viene con algún problema, lo tratamos de conversar para ver lo que les pasa. Eso es muy beneficioso porque así se sienten escuchadas. Saber escuchar es muy importante”.

Al hablar de los asistentes al taller, Mirta comenta cuál es la recepción que genera su taller y cómo reaccionan frente a los trabajos que realizan en las clases. “Los alumnos y alumnas se entusiasman muchísimo con las cosas que trabajamos en el curso. Si bien los diseños los entrego yo, a su vez, ellos traen los que les gusta, que puede ser de una revista decorativa, y de ahí sacamos ideas para trabajar. Solo copiamos el diseño de la revista y después ellos eligen los colores con los que quieren decorar su proyecto”, explica.

En el Centro de Salud y Acción Comunitaria, si bien hubo otros talleres relacionados con el arte, este espacio de Arteterapia surgió hace más de un año por el deseo de Mirta Morales, su coordinadora, que quería combinar el arte con lo espiritual.

“Estoy en el camino espiritual desde hace 20 años y quería conectar las dos cosas; la pintura con el camino espiritual. Había escuchado muchísimas cosas del arteterapia y empecé a averiguar de qué se trataba, cómo tenía que conducir las clases, cómo podía llegar a las personas y la verdad que me gustó muchísimo, entonces lo hablé con Verónica Delrío – coordinadora general de los talleres – para consultarle si podía crear un taller que uniera las dos cosas y le pareció maravilloso”, cuenta Mirta.

Además de unir sus dos pasiones, ella cree que el arteterapia abre distintos canales de expresión. “A través del arte, se abren un montón de posibilidades. Hacer este taller de arteterapia es fantástico porque me gusta ver los cambios que se van generando en mis alumnas”, comenta y agrega que el arteterapia es un tema que “no se termina nunca porque siempre se pueden agregar cosas nuevas e interesantes”.

El taller de arteterapia se dicta los jueves de 14 a 16.30. La inscripción requiere de una entrevista previa en Servicio Social del Centro de Salud y Acción Comunitaria.

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