Coral Señales de Villa Pueyrredón: ‘‘El canto compartido es un modo de celebrar la vida’’

El Coral Señales surgió el año pasado. Son vecinos y vecinas que se juntan en la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud para desarrollar su pasión por el canto, todos los viernes de 20 a 22 horas. En diálogo con El Barrio Villa Pueyrredón, el director Joaquín Ayan cuenta la dinámica de esta incipiente agrupación coral.

Por Mailén Maradei

Cantar representa una experiencia gratificante para muchas personas que se acercan a los espacios donde se desarrollan actividades corales. Es una experiencia que permite compatibilizar el estudio musical y establecer lazos con otras personas que comparten la misma pasión.

El año pasado, el coro “Señales” comenzó sus ensayos en una Iglesia del barrio y luego se trasladaron a la Biblioteca Popular Pueyrredón Sud (Bolivia 4801, esquina Carlos Antonio López). Su objetivo es “conformar un equipo de trabajo con personas que disfruten” del canto y tengan formalidad para desarrollar trabajo en grupo.

“Si bien el ensayo es un lugar donde las personas tienen que distenderse, conocerse con el otro, bromear, lo es con la convicción de que hay que cantar, pero cantar afinado, elegante y, sobre todo, dejar cantar al otro” afirman desde su página de Facebook.

Su repertorio es la música folclórica argentina y latinoamericana. El coro hoy lo integran 14 personas. “El año pasado, tuvimos los primeros conciertos. Hicimos uno en la Iglesia donde ensayábamos. Después participamos en dos encuentros corales junto a dos o tres coros con diferentes repertorios, capacidades y características”, comenta su director Joaquín Ayan.

“El repertorio que hacemos es música coral (tres o cuatro voces). En principio, todos los integrantes vienen con una propuesta musical. En función de la dificultad de las canciones, decido cuáles se utilizan. Para este año, elegí las canciones por la dificultad vocal que suponen y por la cantidad de voces”, agrega.

Durante siglos, el canto coral se desarrolló en el ámbito religioso hasta la aparición de los conservatorios donde la enseñanza musical se profesionalizó. Hoy en día, las agrupaciones corales constituyen espacios de educación no formal y ámbitos recreativos donde las personas acuden para aprender, compartir y cantar con otros.

El coro Señales todavía sigue presentándose en ámbitos religiosos. Consciente de esta situación, Joaquín Ayan asegura: “Participar en las iglesias es una característica muy predominante de los coros por una cuestión acústica. La voz llega con mejor facilidad a todos los espacios. Además de hacer conciertos y encuentros musicales, ahora la intención del coro es poder llevar la música que realizamos a casas de la tercera edad y hospitales”.

El requisito para ingresar a este espacio educativo no formal requiere ser afinado, ser cuidadoso en la salud vocal y tener cierta experiencia coral. Sobre este término, Ayan explica: “Experiencia coral implica haber cantado en otros coros, haber trabajado diferentes repertorios, tener un trabajo vocal, saber trabajar a varias voces. Necesitamos esa base para iniciar porque la mayoría de los integrantes ya la tienen”. Y ejemplifica “La gente que ingresó este año ya tenía un trabajo vocal realizado, ya habían tomado clases de canto o habían participado de un coro”.

Otra de las cuestiones fundamentales que resalta Ayan en sus clases es el cuidado de la voz para poder cantar. “Las cuerdas vocales son un músculo. Si no se lo entrena, comenzar a cantar con gente que tiene mucha experiencia es difícil. Todo se entrena pero cuanto más temprano una persona tiene una educación vocal o musical, mejor”, señala.

Joaquín apunta que es importante trabajar la técnica. La dinámica de la clase es por peldaños, empiezan trabajando la respiración y la colocación de la voz. En la segunda parte, se meten de lleno en la interpretación.

“Se trabajan diferentes puntos técnicos. Se brindan herramientas para que la voz salga lo más natural posible. Eso tiene que ver mucho con la técnica, no necesariamente con ejercicios, se puede aplicar con la canción que se está cantando. Después, nos metemos directamente a interpretar y a armar el repertorio en peldaños, se corrigen errores”.

“Como director, tengo una mirada a largo plazo. Trato de ir generando nuevos desafíos musicales para el grupo” asegura Joaquín Ayan sobre su dinámica de trabajo. Al tiempo que señala la importancia de practicar más allá de las clases: “Si un integrante del coro tiene el tiempo para trabajar o repasar durante la semana, va a notar que va a tener mayor capacidad respiratoria, va a llegar mejor a las notas”.

Si bien el coro Señales se formó hace poco ya realizó conciertos. Este año tienen planeado varios. Comenzarán presentándose este mes (mayo) en la sede capital de la Universidad de la Matanza.

“El canto compartido es un modo de celebrar la vida, una posibilidad de descubrir y canalizar capacidades individuales y colectivas al mismo tiempo” aseguran los integrantes del coro Señales en su página de Facebook.

Sobre el director…

Joaquín Ayan estudió piano en el conservatorio Astor Piazzolla. Es director coral y orquestal por la Universidad Católica Argentina. Además de “Coral Señales” de Villa Pueyrredón, también dirige el Coro Alpino de Buenos Aires que pertenece a la sociedad italiana Stella Alpina. Actualmente, el coro está buscando nuevas voces.

Para saber más sobre la convocatoria comunicarse por las siguientes vías:

Página de Facebook: Coral Señales
Correo electrónico: coralseniales@gmail.com

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