Villa Pueyrredón, tarea solidaria en pandemia

Solidaridad en Villa Pueyrredón
Logo El Barrio PueyrredónOllas populares y puntos solidarios, son distintas muestras de un mismo gesto: ayudar al más necesitado en la crisis por la pandemia. Villa Pueyrredón tiene varias iniciativas para las familias del barrio, en diversos días y horarios. En esta nota nos acercamos a tres de ellas.

Por Mateo Lazcano

Villa Pueyrredón parece ser un terreno fértil para la solidaridad y la empatía para quien sufre. En este 2021, se mantienen muchas actividades solidarias en distintos puntos del barrio. Con modalidades diversas, llevadas adelante por organizaciones vecinales, sociales, religiosas y políticas. En este segundo año de pandemia continúan las muestra de cercanía con quienes más sufren la crisis.

En esta oportunidad recorrimos tres lugares donde se desarrollan estas actividades:  la Unidad Básica Rodolfo Walsh; la Cooperativa El Álamo y el Punto Solidario en la Biblioteca Popular CHE (Creando Horizontes Educativos).

En la Unidad Básica Rodolfo Walsh, funciona desde enero de 2020 una olla popular. Desarrolla su actividad los sábados desde las 12.30 horas, en su sede de Nazca 5481. Se entregan semanalmente viandas y mercadería. Con lluvia, frío o calor, este grupo de militantes se encarga de cocinar y luego entregar los alimentos. Un buen guiso de choclo, zapallo y papa suele ser el plato más habitual de cada sábado, en un momento que también es de encuentro y amenidad.

Cecilia Gregoratto, una de las organizadoras, detalla que son entre 30 y 35 familias las que se acercan a la Unidad Básica. La mayoría del barrio, aunque algunos cartoneros independientes también van allí a almorzar, en un parate de su recorrida por la zona.

“La verdad es que en octubre y noviembre del año pasado, la cantidad había disminuido notablemente. Pero hacia comienzos de este año, y más considerablemente ahora, la cifra de personas volvió a crecer”, señala Cecilia.

La Cooperativa de Recuperadores “El Álamo”, tiene el comedor para sus trabajadores y trabajadoras en su sede social ubicada en Nazca y Cabezón (donde funciona el Centro Cultural Nunca Más). Pero también entrega comida en forma diaria, cada mediodía, a 30 familias del barrio, precisa Alicia Montoya, del equipo técnico de la cooperativa.

“Se hace arroz con pollo, medallones de pollo con puré, carne al horno con papas, o guiso de lentejas. Compartimos el alimento que llega del Gobierno de la Ciudad para los vecinos, más algunos otros que traen gentilmente como donación”, explica Alicia.

El coronavirus es una realidad a la que no puede escapar este comedor, y por caso, en la última semana, debieron interrumpir la actividad ya que gran parte de sus integrantes se encontraban aislados por ser contactos estrechos de un positivo. Para no dejar sin alimento a quienes diariamente concurren, el servicio está asistido por integrantes de una organización vecinal de Parque Chas.

Otras de las iniciativas solidarias es el “Punto Solidario”, organizado por militantes del Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE). Funciona desde mediados del año pasado los días sábados desde las 11 de la mañana en la sede de la Biblioteca Popular CHE (Creando Horizontes Educativos), en Albarellos 2985, casi esquina Argerich.

Cada sábado se entregan alimentos no perecederos a cerca de 60 familias, y en ocasiones, se sirve mate cocido con facturas. “Estamos armando una suscripción para hacer un aporte mensual de dinero, ya sean 300, 500, 1000 pesos, lo que se pueda”, anticipa Julia Dorin, una de las organizadoras. El objetivo de la recaudación es poder realizar las compras de manera planificada y hacer rendir mejor el dinero (1).

“Las familias van en aumento todo el tiempo. No sé si por la segunda ola de coronavirus o porque la situación económica está compleja. En el verano pareció que aflojaba un poco, pero a fines de marzo y ahora en abril, aumentó mucho la cantidad de gente. A nosotros nos está costando porque tratamos de entregar dos veces por mes azúcar y leche, una vez por mes, aceite y yerba, y todas las semanas buscamos sostener la entrega de fideos, arroz, harina, puré de tomates, y algo dulce”, aporta Julia.

Respecto a la indumentaria, actualmente el ropero no está en forma permanente, pero hacen un “relevamiento” de las personas que se acercan, y le consultan qué están precisando. “Así, podemos responder a demandas de ropa, útiles, pañales, lo que fuera”, agrega.

Con las marcas indelebles de una nueva crisis que sufre el país, originada por la pandemia, Villa Pueyrredón busca dar una mano y tenderla hacia quienes más sufren. Empatía, entrega y solidaridad, la mejor “vacuna” para la crisis social.


(1) Punto Solidario: para colaboración monetaria comunicarse al whatsapp 11 5767 1698 o por correo electrónico: puntosolidario@gmail.com

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