Escuela de Adultos y Adolescentes
N° 5 “Gabriela Mistral” |
La Escuela de Adultos y Adolescentes N° 5 “Gabriela Mistral” de Villa Devoto ofrece la posibilidad de terminar los estudios primarios o realizar cursos gratuitos de capacitación laboral con título oficial y también cursos recreativos. El Barrio Villa Pueyrredón entrevistó a su director, Pablo Carchano.
Por Mailen Maradei
Según datos del Ministerio de Educación porteño existen más de 50 escuelas para adultos y adolescentes que ofrecen la oportunidad de finalizar los estudios primarios pero también tienen una función social.
Pablo Carchano, director de la Escuela de Adultos y Adolescentes Nº 5 “Gabriela Mistral”, explica que “todos los espacios educativos de la Ciudad de Buenos Aires están enmarcados dentro de la ley y muchos de ellos son obligatorios pero también son espacios reparadores que permiten restituir derechos que fueron quitados en su momento”.
La Escuela “Gabriela Mistral” tiene una amplia oferta de cursos, ofrece dos niveles de inglés y computación, cursos de peluquería, cosmetología, accesorios y artesanías, corte y confección, folklore y cocina, y la oportunidad de finalizar la educación primaria.
“Lo más importante que ofrece la escuela es la posibilidad de terminar los estudios primarios tanto para aquellos que no lo pudieron terminar como para aquellas personas que vienen de otros países o hicieron la escuela primaria con otro régimen de educativo”, comenta Pablo Carchano.
Los cursos que tienen una salida laboral figuran entre los más solicitados al momento de la inscripción pero los cursos de aprendizaje – computación e inglés- también tienen una buena matrícula de alumnos.
Su director indica que “este año, hubo más interés en los cursos de peluquería, computación e inglés. Lo que observo es que en el caso de peluquería tiene que ver con una necesidad laboral, la gente viene con el objetivo de poder conseguir un trabajo y en el caso de computación e inglés, es una cuestión de aprendizaje o de recreación”.
Los cursos tienen certificación oficial emitida por el Ministerio de Educación porteño y dan la posibilidad de obtener una salida laboral. La única condición para inscribirse es tener la escuela primaria completa, de lo contrario, los aspirantes pueden realizar en simultáneo el curso que deseen y, a la vez completar sus estudios primarios.
“Un día una alumna que realizó el curso de peluquería y cosmetología vino a retirar su certificado y me comentó que tiene su propio negocio. Creo que estos curso están dentro de las expectativas de la gente”, resalta Pablo Carchano.
La escuela “Gabriela Mistral” funciona desde 1987 en José León Cabezón 3446, en Villa Devoto, aunque su historia se remonta a 1948 cuando estaba en un edificio de la Avenida Mosconi.
Desde que funciona en la sede de Villa Devoto, los vecinos del barrio la asocian con la escuela primaria para niños que funciona por la mañana y la tarde, esto produjo una invisibilización de la escuela de adultos y adolescentes que desarrolla sus actividades después de las 19 horas.
Pablo Carchano, quien también es vecino del barrio, señala que “el principal responsable de la difusión de esta escuela es el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que tiene una página web, donde aparece la oferta educativa de las escuelas de adultos pero es un sitio al que acceden solo aquellos que están interesados en buscar algún curso. Por eso creo que necesitamos que se difunda en el barrio y entre los vecinos para que conozcan las ofertas que tienen acá”.
Aunque el Gobierno porteño realizó una campaña de promoción de escuelas para adultos durante el año pasado al colocar obeliscos de cartón en distintos puntos de la Ciudad, Pablo Carchano remarca la importancia de que esta campaña se difunda más en el barrio y en zonas aledañas por eso agregó.
“Tenemos puntos de difusión permanentes en el Club de 17 de agosto y en el Centro de Salud Nº 2 y realizamos una difusión sistemática en todas las escuelas primarias del distrito con autorización de la supervisión”. Las principales vías de promoción que tienen son a través de las redes sociales, de la cartelera en la puerta de la escuela, y del boca a boca que se genera entre los alumnos.
Los motivos que generan el acercamiento a este lugar están ligados a necesidades laborales o recreativas pero también porque se toma como un lugar de encuentro. “Hay cuestiones que tienen que ver con la necesidad de un trabajo, otros vienen simplemente porque les gusta algún curso en particular o quieren aprender algo porque lo necesitan para la vida cotidiana pero también hay una cuestión de pertenencia que queremos que la comunidad educativa sea parte de eso, que sea un espacio de encuentro para mucha gente que tal vez está sola o quiere distraerse un rato, estar con otros y compartir un momento agradable. Eso también sucede en la escuela y es importante que se difunda”, dice Pablo Carchano.
La escuela funciona de marzo a noviembre, de lunes a viernes de 19 a 21 horas, y posee una matrícula de alrededor de 100 personas entre todos los cursos, a excepción de la escuela primaria donde hay una matrícula más baja.
Pablo Carchano cuenta que la escuela necesita crecer en la matrícula, que varía mucho a lo largo del año. “Crece mucho al comienzo, arranca con una matrícula muy alta y disminuye muchísimo a mitad de año con la llegada del invierno porque viene mucha gente mayor”.
Respecto a la primaria detalla que en esta zona no hay mucha gente sin la primaria terminada. “Sin embargo, creo que si hay gente que no terminó la primaria y que no conoce que acá lo puede hacer, por eso es importante difundir en el barrio hay una escuela para adultos y adolescentes. Así vamos a llegar a esas personas para cumplir con un derecho básico; el derecho a la educación”.
Testimonio de Celina y Silvia…
Celina es vecina del barrio y concurrió a la escuela Nº5 “Gabriela Mistral” hasta quinto grado cuando era niña. Luego, decidió terminar sus estudios en otra escuela y hoy volvió a visitar su escuela primaria para comenzar clases de inglés.
“Tengo los mejores recuerdos de mi infancia acá. La profesora que estaba el año pasado en Inglés I me recomendó esta escuela para aprender inglés así que vine un poco por eso, me enganché y pasé a segundo año”, dijo y comentó que los cursos son muy divertidos y a veces comparten “cafecitos con los compañeros”.
Silvia, también es vecina del barrio y compañera de trabajo de Celina. Se encontró con ella de casualidad al asistir a las clases de inglés.
“Cuando era adolescente hablaba muy bien inglés y trabajaba usando el idioma pero después me olvidé de algunas cosas. Hace un tiempo que quería volver a retomar y me enteré por una amiga que acá se dictaban idiomas y vine, charlé con el director y la profesora y empecé” y añadió: “estoy re contenta. Hoy les conté a mis compañeros que hace poco hice un viaje y me encontré con una persona que solamente hablaba inglés y pudimos comunicarnos perfectamente”.
Al hablar de la escuela y de sus compañeros, Silvia comenta: “Esta escuela funciona bien, hay mucho empuje y siempre hay buen ambiente. Nuestro curso es un grupo grande que se fue armando y nos fuimos conociendo. Nos llevamos bien, tratamos de no faltar y nos vamos ayudando unos a otros”. Y Celina agrega: “Hay mucha tolerancia porque somos todas personas que trabajamos”.