“No queremos ni una muerta más por un aborto clandestino”

Manuela Begino Lavalle, secretaria del Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Media N° 1 “Rodolfo Walsh” de Villa Pueyrredón, fue una de las 51 expositoras durante el décimo plenario de comisiones sobre la despenalización del aborto en la Cámara de Diputados de la Nación. Se pronunció a favor del aborto legal, gratuito y seguro, y realizó un duro cuestionamiento a la relación del Estado con la Iglesia Católico.

“Soy Manu, tengo 17 años, estoy cursando mi quinto año de secundaria en una escuela pública de Villa Pueyrredón que se llama Rodolfo Walsh. Quiero empezar haciendo la siguiente observación: vengo siguiendo bastante de cerca el debate por el aborto legal, seguro y gratuito en este Congreso y algo que destaco en todas las intervenciones que pude observar en contra de la legalización del aborto es que las personas que intervienen son parte o provienen de organizaciones ligadas a la iglesia católica”.

Así comenzó su exposición Manuela Begino Lavalle, secretaria del Centro de Estudiantes de la Escuela de Educación Media N° 1 “Rodolfo Walsh”.

Y agregó: “hago esta observación porque soy conciente que esto no es una coincidencia o un hecho aislado, esto es una demostración más del nivel de injerencia que tiene esta institución sobre nuestras vidas, sobre las vidas de las mujeres, sobre mi vida, la vida de mi mamá, sobre la vida de mi abuela, las de mis tías, primas, mis amigas y mis compañeras”.

Y remarcó que la Iglesia Católica “nos controla, nos regimenta y nos censura a lo largo de toda nuestra vida”. Y seguidamente hizo referencia a las sanciones que reciben algunas alumnas por usar prendas que las autoridades las consideran provocativas.

Más adelante Manuela señaló “en los colegios católicos se coloca como un método anticonceptivo dentro de la educación sexual mantenerse virgen hasta el matrimonio”, mientras que en las escuelas públicas y laicas, afirmó, “no nos brindan educación sexual o cuando lo hacen se ve teñida por las distintas cosmovisiones que pueden tener las autoridades”.

Y advirtió: “la iglesia mantiene ese control sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos, porque existe un estado que se lo permite” y continuó: “es el mismo estado que no nos educa, que no nos brinda herramientas para cuidarnos, es el mismo estado que mantiene y sostiene la muerte de miles y miles de mujeres por abortos clandestinos”.

Manuela enfatizó sobre la lucha que las estudiantes secundarias, las adolescentes y jóvenes en general, están llevando adelante por el aborto legal, seguro y gratuito. “Es la lucha por una educación sexual laica, científica y con perspectiva de genero”.

Por otro lado, criticó a quienes, en anteriores exposiciones, se opusieron a la legalización del aborto desde la descalificación de las mujeres adolescentes.

“Se han dicho barbaridades en este Congreso respecto a las jóvenes, e incluso se ha pretendido eliminar la autonomía progresiva en esta ley, se habla que pensamos con la bombacha en vez de con la cabeza, de que no somos lo suficientemente coherentes, maduras o, incluso, inteligentes como para poder decidir sobre nuestros cuerpos”.

En la última parte de su exposición fue interrumpida a los gritos por diputadas del PRO que tuvieron que ser silenciadas por Daniel Lipovesky, diputado oficialista que presidía el plenario.

Las legisladores se había irritado cuando Manuela expresó que el movimiento de mujeres no era ingenuo y que no creía que el oficialismo abrió el debate por una mejoría en las vidas de las mujeres argentinas.

“Justamente por eso, no nos vamos a conformar con un proyecto de despenalización, por eso vamos por la completa legalización y que no exista ninguna objeción de conciencia que obstruya nuestro derecho a decidir”.

Y finalizó su discurso llamando a movilizarse el próximo 4 de junio, en la marcha del “Ni Una Menos”, contra el pacto con el FMI y por el aborto legal, seguro y gratuito. “No queremos ni una muerta más por un aborto clandestino”.


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