Pandemia y solidaridad, reparten ropa y alimentos en los barrios

Pandemia y solidaridad
La pandemia trajo una durísima crisis económica. Y como sucedió en 2001, un sector de la sociedad salió a poner el hombro y arriesgar su salud. Movimientos sociales y vecinales, agrupaciones políticas, grupos de scouts, iglesias, centros culturales, clubes, entregan a cientos de familias alimentos, ropa y también artículos de limpieza.

Por Mateo Lazcano

Pandemia y solidaridad en los barrios

La crisis económica originada por la pandemia no es la primera que vive la Argentina. Ante cada adversidad económica, como la ocurrida a finales de 2001, aprendemos vocablos nuevos, escuchamos diversas consignas de los dirigentes o pensamos cómo sobrellevar la dificultad. Sin embargo, hay quienes ponen el cuerpo, el espíritu y emprende la acción solidaria.

Esto se repite cada vez con más frecuencia desde marzo, cuando la cuarentena dictada ante el avance del coronavirus profundizó la complejidad económica en Argentina. En nuestros barrios, como en toda la ciudad, los protagonistas de la solidaridad son los mismos que en cada una de las últimas crisis.

La ausencia o insuficiencia del Estado es suplido por distintas organizaciones colectivas que, con mayor organización (o improvisación) instalan en tiempo récord una dinámica de solidaridad que logra dar alimento, abrigo, o contención a miles de personas. El campo es diverso: incluye movimientos sociales y vecinales, agrupaciones políticas, grupos de scouts, iglesias, centros culturales, cuyos integrantes exponen su cuerpo y tiempo para quien lo necesita.

En la Comuna 12 y zonas aledañas hay muchas acciones de este tipo. Desde el Centro Cultural Nunca Más (Nazca y Cabezón, comedor de la Cooperativa El Álamo), Unidad Barrial Villa Pueyrredón entrega viandas dos veces a la semana (martes y viernes). Además de productos de higiene, para ayudar al combate contra el COVID-19. “Todo lo que hay circula y se comparte”, manifiestan.

La Iglesia San Juan Bautista el Precursor (ubicada en el ex Barrio Perón en Saavedra), junta donaciones para reforzar los bolsones que su vecina Escuela Nro 12 “Naciones Unidas” entrega a sus alumnos con alimentos enviados por el Gobierno porteño.

Asimismo, el “Grupo Scout Pueyrredón”, que tiene su sede en Ezeiza al 3000, elabora viandas cada domingo. Las mismas ya han superado el centenar, y se componen de guiso de verduras o pastel de papas bien abundantes. Los productos son donados, y para incentivar la solidaridad vecinal, los scouts de Villa Pueyrredón realizan ingeniosos “canjes”, como comida por packs de bebidas.

Esta crisis económica ocurre en un inédito escenario sanitario. Está vigente la cuarentena, y se invoca permanentemente a circular lo menos posible. En este contexto, el Frente de Todos, en la Comuna 12, creó la Red de Ollas Populares, que busca organizar la entrega de alimentos en distintos puntos de cada barrio.

La mencionada del Nunca Más es la única de Villa Pueyrredón. A ellas se suman las de las Unidades Básicas: “El Legado de Néstor” en Monroe 2425, Villa Urquiza y “El Amor y la Igualdad”, en Saavedra (Tronador 4427). La primera reparte los martes, y la segunda miércoles y sábados.

El mismo espacio administra el Comedor y Merendero Comunitario “Primeros los chicos y los abuelos”, situado en Correa 4010, con entrega diaria de alimentos y la Olla Popular y Merendero “Mi Barrio es mi Patria” (miércoles y sábados, en el Barrio Mitre). En Coghlan, en tanto, se desarrolla el “Comedor Construyendo sueños”, con viandas los martes, jueves y sábados.

El Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE) tiene su “punto solidario” sabatino frente al club 17 de agosto, mientras que la Unión Cívica Radical dispone de una olla popular los lunes en su comité de Holmberg 4025, Saavedra.

La Asociación Vecinal de Saavedra y Biblioteca Popular 25 de mayo, situada en la avenida Balbín 4221, recolecta alimentos para entregar a las familias más necesitadas del barrio.

Otros de los espacios sociales que vuelven a abrir sus puertas ante la crisis son los clubes de barrio y centros culturales, que ante el impedimento para recibir a sus deportistas o alumnos, destinan sus instalaciones para los actos de solidaridad.

El Club Comunicaciones realizó ollas solidarias en algunas jornadas de los meses pasados, al tiempo que recibe en su sede donaciones. En el mismo sentido se mueve Platense, que ha organizado eventos solidarios en su predio de Saavedra, como el locro que coincidió con su fecha aniversario.

En la vecina Parque Chas, “El laberinto de Chas” se destaca por las acciones solidarias aún con las puertas cerradas. Allí se juntan bolsones de alimento semanalmente, que son entregados en el comedor del barrio “La Carbonilla”. Sumado a ello, semanas atrás se realizó una enorme colecta, destinada al comedor del Padre Paco Oliveira.

La lista es todavía incompleta, y puede omitir otros tantos polos de reparto de alimentos en nuestros barrios, destinado a quienes más sufren esta crisis. Una situación motivada por una circunstancia distinta a las últimas crisis, pero con la misma respuesta en un sector de la sociedad que deja sus comodidades, pone el cuerpo y en este caso expone también su salud en pos de hacer más llevadero a tantos y tantas vecinas el duro presente económico.


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