Red “Villurqueros Solidarios” inauguró una biblioteca al paso, en la vereda, con libros infantiles

Biblioteca al paso Villa Urquiza
El sábado 15 de mayo se inauguró una biblioteca al paso en el barrio de Villa Urquiza dedicada exclusivamente a la literatura infantil. En esta entrevista, una de sus impulsoras, Eva Ayzenberg, de la Red “Villurqueros Solidarios”, nos cuenta los grandes desafíos y orígenes de esta movida cultural.

Por Mateo Lazcano

En medio de las casas, la calle y los árboles, una cuadra de Villa Urquiza se llenó recientemente de fantasía, de historias y de relatos. En Altolaguirre 3231, entre Iberá y pasaje De la Técnica, se inauguró el sábado 15 de mayo una “Biblioteca al paso”. Si bien existen varias sedes de esta particular iniciativa, ésta es la primera en dedicarse exclusivamente a la literatura infantil. Una de las características que la distinguen es la ausencia de algún bibliotecario o “consejero” que oriente acerca de las obras que mejor se adecuan al gusto de quien se acerca.

“No hay límite ni cantidad de veces para pasar. La idea es que la biblioteca sea libre. No tiene candado, no tiene llaves, no me tienen que avisar cuando traen o llevan un libro, o tocar timbre. La intención es que cada chico se acerque, o su mamá o papá, para incentivar la lectura infantil”, precisa Eva Ayzenberg, escritora e integrante de “Villurqueros Solidarios”. Ademas se fomenta que vecinos y vecinas, que se acercan a la biblioteca, no sólo se lleven un libro, sino que colaboren dejando otro.

Biblioteca la paso Villa Urquiza

Este grupo está compuesto por una veintena de vecinas y vecinos de Villa Urquiza, que realizan en conjunto iniciativas solidarias. La creación de esta “Biblioteca al paso” es una de ellas. “Esta fue una idea que surgió después de haberme contactado, gracias a una amiga en común, con Inés Kreplak, que trajo la idea de Estados Unidos. En el barrio hay una en Manuela Pedraza y Aizpurúa, y sé de varias otras en la zona, pero son generales. Esta es la primera especializada en literatura infantil y adolescente”, celebra Eva.

Inés Kreplak fue pionera con esta idea, y en su barrio de Parque Chas. A principios de 2020, previo a la pandemia, inauguró la primera biblioteca al paso de la Ciudad de Buenos Aires. “Lo considero una manera de construir comunidad” señaló Inés. (leer nota “Parque Chás, un barrio pionera en bibliotecas la paso”)

La biblioteca está colocada contra una reja del inmueble de Altolaguirre 3231 y tiene material de lectura como “la colección Letra Negra de Página 12, narraciones de Mitos, o colecciones de libros de Colihue”, entre otros, detalla la escritora. “Es muy lindo descubrir autores que uno los tenía como autores de libros para adultos y resulta que también escribieron para chicos. Lo importante de esta idea es que los chicos se fascinen con los relatos, que comenten con sus amigos, que intercambien, que se enamoren de leer”, indica.

En relación a los géneros, señala que “lo que más nos interesa es la ficción, dejamos lo didáctico para las escuelas”. “Queremos que se enamoren de los relatos, de la ficción, de la fantasía, que les haga volar la imaginación, que vaya circulando todo este material en su cabeza”, agrega Eva. La biblioteca se encuentra frente al inmueble que comenzó como la sede de la Red “Villurqueros Solidarios”, grupo al que Eva Ayzenberg pertenece; y aclara que se trata de un proyecto colectivo de toda la red.

“Cada uno aportó lo suyo. Tenemos al carpintero que hizo un mueble precioso, moderno, y la gente que ayudó a organizarlo con sugerencias, ofreciendo libros”, explica. El mueble tiene la estructura de una biblioteca, se hizo a medida, a diferencia de otras que son de elementos reciclados. Tiene pintura impermeabilizante por estar a la intemperie, además de un techo y una puerta que le aportan al diseño. Los libros, en tanto, son producto de donaciones. “Se vienen separando desde mucho antes que empecemos. Tenemos distintos géneros, poesía, novelas, humor, chistes, y hay muchos autores argentinos”, reveló Eva.

En tiempos de reiterados episodios de vandalismo y robos a este tipo de iniciativas que están en la vía pública y sin control, ella reconoce que entre el grupo que integra se debatió qué modalidad darle a la biblioteca. Pero se optó por apostar por este tipo, que la deja abierta. “Charlamos bastante sobre los riesgos, pero preferimos probar, ver qué pasa con la libertad. Candados y rejas tenemos ya demasiados en la Ciudad”, argumenta. Según relata Eva, ya hubo gran recepción en la primera semana desde su inauguración. “Veo que a la mañana temprano, antes de ir al colegio, y cuando vuelven, se acercan las mamás con los chicos y se ponen a elegir. Ya está funcionando”, dice orgullosa.

Pero pese a los pocos días de vida que tiene, el proyecto no sea agota en lo conseguido, y según una de sus impulsoras, ya hay objetivos por cumplir en el mediano plazo. “La idea es ver si podemos poner un banquito de cemento en la puerta para que se sienten y lean. También lucecitas, y dejar un cuaderno en blanco y que escriban algo, sensaciones tras leer cada libro”, concluye.

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